La Villa de los Caballeros del Castillo de Warwick se construyó en 1068 bajo el mandato de Guillermo el Conquistador. Desde su aparición y hasta el siglo XVII, el edificio se utilizó con fines defensivos.
El castillo obtuvo un nuevo propietario a principios del siglo XVII. Fue propiedad de Fulke Greville, poeta y dramaturgo inglés. Convirtió el antiguo castillo en su propia residencia. Los descendientes de Greville fueron propietarios del castillo hasta 1978.
Posteriormente, el castillo fue adquirido por el Grupo Tussauds, que hizo todo lo posible por preservar el valor cultural e histórico del edificio y, al mismo tiempo, crear un maravilloso lugar para alojarse al más puro estilo inglés.
Explorar cada rincón del castillo de Warwick, escuchar cada leyenda y misterio, visitar cada habitación y recorrer el subsuelo puede llevar semanas o incluso meses. El programa de animación turística se adapta a la temporada y a las particularidades del complejo del castillo.
Podrá ver armas mágicas, vivir la historia de un misterioso fantasma que vaga por los oscuros pasillos del castillo, participar en una batalla y pasear por las antiguas salas.
Los impresionantes jardines que rodean el castillo de Warwick también merecen una visita. El parque tiene una superficie total de casi 3 km². La primera mención del parque se remonta al siglo XVI.
Los amantes de la emoción no querrán perderse la visita a las mazmorras. Aquí se pueden escuchar historias místicas sobre condes, brujas y sucesos misteriosos que siguen teniendo lugar en el castillo hasta el día de hoy.
Un punto de referencia en los terrenos del castillo es una catapulta única, para cuya construcción se necesitaron más de 300 robles. Se necesita la fuerza de ocho hombres robustos para poner esto en acción. La catapulta Warwick está reconocida como la más potente del mundo: con su ayuda se puede lanzar un enorme proyectil (hasta 150 kg) a 300 metros.
Los espectáculos de aves se han convertido en una buena tradición. En invierno, majestuosas águilas, búhos, halcones y otras rapaces aladas salen de las murallas para deleite del público. Los turistas pueden disfrutar de todo tipo de diversión: en 2007, el castillo se cubrió con una enorme pista de hielo, convirtiéndola en la más grande de Inglaterra.
Torneos de caballeros, maravillosas colecciones de armaduras y trofeos, una enorme biblioteca, una exposición de cera, competiciones de tiro con arco y ballesta, y el hermoso paisaje de uno de los parques más antiguos de Europa: todo esto y mucho más está abierto a los visitantes durante todo el año.